Buenas prácticas de implementación: ¿Qué podemos aprender de las experiencias de otros?

El primer desafío: vencer miedos

María Belén Novillo, responsable del proyecto en la escuela Antonio Peña (Ecuador), explicó que tanto estudiantes como familias suelen llegar con vergüenza, dudas, incomodidad y temor ante temas de educación afectivo-sexual. Sobre esto, la docente dijo que “el miedo se reduce brindando información y acompañamiento”. 

Su estrategia para comenzar a trabajar fue sencilla y efectiva: abrir un canal de preguntas anónimas mediante una “cajita de consultas”. Los estudiantes dejaban sus dudas y, en ronda, se reunían periódicamente con la docente para conversar sobre ellas. Ese recurso fomentó la participación y permitió que los estudiantes expresaran inquietudes profundas sin temor a ser juzgados. Además, desde la institución tuvieron la iniciativa de compartir las preguntas en reuniones con las familias, lo que les permitió a estos conocer las dudas que sus hijos tenían. 


“Los padres entendieron que hablar de estos temas es muy importante”. 

María Belén contó cómo los estudiantes del último año de primaria no solo interiorizaron los contenidos del proyecto, sino que incluso visitan aulas de sexto para compartir sus experiencias acerca de diversos temas, como los cambios en la pubertad y la importancia de contar con los adultos de confianza.

La estrategia de indagar primero qué saben, de dónde provienen las preguntas y qué imaginan sobre los temas, le permitió adaptar el lenguaje y contener inquietudes inesperadas o precozmente incorporadas a través de ámbitos de socialización.

Hoy, la docente afirma que sus estudiantes piden tener Desafíos “por poco, todos los días” y que están muy conformes con el proyecto.


Familias en acción

“La clave fundamental para nosotros fue la familia”, comentó Jeampiero Navas, responsable de la implementación de Desafíos en Liceo “Los Robles” (Venezuela). 

Comenzó a organizar encuentros con las familias donde desarrolla los ejes del programa y reproduce en esos espacios las mismas estrategias que utiliza en el aula: dinámicas de preguntas y actividades que combinan reflexión con humor y participación activa.

El impacto fue notorio: las familias comenzaron a validar y respaldar las propuestas y, como consecuencia, la motivación de los estudiantes se potenció. 


“El apoyo y la receptividad de las familias jugaron un papel fundamental”

Entre las experiencias más significativas se encuentra el fogón literario, una actividad interdisciplinaria que Jeampiero desarrolló junto al área de Literatura. Los llevó al patio, al aire libre, con un libro en la mano. Después de la lectura, guiaba una ronda de preguntas que vinculaban el contenido del texto con los ejes del libro Desafíos. Ese espacio de intimidad y escucha habilitó preguntas, reflexiones y nuevas conexiones con otras temáticas del proyecto. “Fue una experiencia excelente, realmente transformadora”, en palabras del docente.


Crecer en los vínculos​

La profesora Cecilia Correa, del colegio Sagrado Corazón de Jesús (Argentina), destacó la importancia de escuchar más allá de la primera pregunta. En sus clases de quinto grado, implementó también un buzón anónimo y se encontró con consultas cargadas de palabras, ideas y conceptos que los estudiantes traen de redes sociales o conversaciones informales.

Su metodología consiste en preguntarles a ellos qué entienden, hacia dónde quieren ir con lo que consultan, qué imaginan. Esa exploración permite corregir conceptos erróneos y acompañar la curiosidad sin reforzar miedos ni prejuicios.

Uno de los proyectos más valorados por sus estudiantes fue el del eje Identidad de Desafíos 5, centrado en el reconocimiento del otro, los mensajes positivos y la construcción de vínculos basados en el cuidado. La experiencia concluyó con una muestra pedagógica en la que los estudiantes entregaron mensajes y agradecimientos a sus familias, fortaleciendo la comunicación dentro del hogar. 


“A partir del trabajo con Desafíos, comenzamos a vivir vínculos de otra manera”

Un proyecto flexible 

Yessica Luján Acevedo (Argentina) es docente de educación primaria en el colegio “Belén”  y está trabajando también el proyecto este año por primera vez en nivel inicial y en el primario.

En nivel inicial, los estudiantes se familiarizan con las emociones, las partes del cuerpo, el uso responsable de pantallas y la comunicación con la familia. Yessica destacó que el objetivo no es prohibir, sino acompañar y formar criterios desde edades tempranas.

En nivel primario, los contenidos se integran al área de Formación Ética y se trabaja cada unidad pedagógica de manera sistemática. El equipo decidió comenzar el año con el eje Emociones y valores, adaptándose a la realidad de cuarto grado, donde emergen nuevas experiencias afectivas, como el enamoramiento o la vergüenza. Este paso previo permitió abordar después los módulos vinculados al cuerpo con mayor seguridad y madurez emocional.


“El proyecto ha sido recibido con mucho entusiasmo, mucho compromiso y mucho respeto por parte de las familias”. 

Aprendizajes que trascienden el aula 

Varios docentes coincidieron en que la autoevaluación fue uno de los aspectos más desafiantes. La práctica de detenerse a pensar qué me gusta, qué siento, cómo aprendo, por qué hago lo que hago, resultaba poco habitual para muchos estudiantes. No obstante, los docentes estuvieron de acuerdo en que, con la práctica, al volver rutina este tipo de reflexiones, la dinámica se convirtió en un ejercicio de autoconocimiento profundo y valioso.  

Una comunidad en crecimiento

Escuchar las experiencias de otros docentes es siempre una instancia enriquecedora. Nos permite detenernos a mirar el camino recorrido, evaluar lo realizado, identificar aprendizajes, éxitos y también los puntos de mejora que fortalecen nuestra práctica. Cada testimonio compartido amplía la mirada, aporta nuevas estrategias y reafirma la importancia del acompañamiento.


La Comunidad Desafíos seguirá creciendo el próximo año, consolidando un espacio colaborativo que, de la mano de profesionales y expertos, reúne a docentes, instituciones y familias comprometidas con la tarea de educar para la vida.